Intentemos no educar a nuestros hijos para que nos obedezcan sino para que obedezcan sus deseos! Claro que no es fácil! y cuantos cuestionamientos acarrea, propios y ajenos.
Fausti quiso dejar de ir al jardín nuevamente, y claro, dejamos que eso haga. A mi me parece que es importante escucharla y permitirle crecer a su ritmo (y podemos hacerlo, digo no necesitamos del jardín para ir a trabajar, nos organizamos de otra manera), por eso no le ordenamos que siga yendo, aunque a mi me entristece un poco porque volvía contenta. No sé. Muchas veces me interroga si dejarla decidir la ayuda o le abre un abismo. Lo pienso y lo pienso. No sé. Lo sigo pensando. Cuál es el límite?
1 comentario:
Ví el documental y lo recomiendo a todo el mundo...es buenisimo!!! aunque eso si, hay que estar con ganas, porque la realidad que os muestra es dura de afrontar...
Publicar un comentario